Cazuela de ternera con verduras

Con el frío de estos últimos días, acabé cayendo y cogiendo un gripazo que me dejó afónico, así que aproveché para hacerme comida de la que no puedo hacer todos los días (por que tardo más en prepararla o bien por que no es la mejor opción para tuppers). En este caso, está inspirada en un típico plato marroquí: el tajín.

El tajín típico es un pseudo-estofado en el que los ingredientes previamente se fríen y posteriormente se acaban de cocer en un recipiente típico. Aquí podéis leer más al respecto: Tajín (wikipedia).

Es un plato sencillo, pero que requiere un rato de preparación. Aproximadamente unos 40'.

INGREDIENTES:

• 200 g de ternera picada (o albóndigas pequeñas)
• 1 patata
• 1/2 calabación
• 1/4 de calabaza pequeña
• 2 tomates
• 1 cebolla chalota
• 1/2 vaso de salsa de tomate
• 1/2 vaso de caldo

UTENSILIOS:

• Cuchillo
• Tabla
• Cazuela baja con tapa
• Cuchara de madera
• Lekué

1. En una cazuela echamos un chorro de aceite y la cebolla cortada muy finita y lo dejamos a fuego suave.

2. Cuando la sartén empiece a estar caliente, echamos la carne y tapamos. Si teníamos carne picada en lugar de albónigas las podemos preparar de la siguiente manera:

Preparar las albóndigas: 

1. Mezclamos bien la carne picada de tal forma que quede como una sola masa bien compactada.

2. Le añadimos perejil, hierbas provenzales, sal y pimienta y mezclamos bien.

3. Con la ayuda de unas cucharas, hacemos unas albóndigas pequeñas, de unos 3 cm de diámetro.

3. Mientras la carne se hace, pelamos la calabaza y cortamos ésta y la patata en dados pequeños, de 5-7 mm de lado y los ponemos, con el Lekué, 3' a plena potencia. Mientras se pre-cocen, cortamos tanto el calabacín como los tomates en dados iguales que los anteriores.
4. Cuando estén listas, las vertemos en la cazuela junto con el caldo. Removemos bien, que todos los ingredientes queden bien mezclados y repartidos. Añadimos el tomate, mezclamos bien y volvemos a tapar.
5. Transcurridos 10' miramos que las verduras estén bien cocinadas, que el caldo se haya reducido y la salsa de tomate se haya concentrado.

Es un plato perfecto para días de frío, y al que se le pueden añadir guisantes o judías verdes.